viernes, 6 de agosto de 2010



Odio como me hablas
y tú forma de conducir
Odio tu corte de cabello
y lo que llegue a sentir
Odio tus espantosas botas
y que me conozcas bien
Te odio hasta vomitar
que bien va a rimar
Odio que sepas pensar
y que me hagas reír.


Odio que me hagas sufrir
y odio que me hagas llorar.


Odio tanto estar sola
que no hayas llamado aún
Pero más odio que no te pueda odiar
aunque estés tan loco
ni siquiera un poco
Lo he de intentar.

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